14 diciembre, 2013

Sentí sus ojos

"Sentí, como entonces, un frío inmenso, un frío que helaba mi cuerpo y mi espíritu, del que sabía que nunca podría recuperarme, y apreté la cara contra la piel del sillón para no ver todas las imágenes que se entremezclaban en mi mente: los ojos tiernísimos de mi madre intentando esconder su pena, los ojos amantes de Francisco ofreciéndome las flores en el cotillón, el día de su cumpleaños, los ojos heridos de Helena, los ojos torvos de mi suegra, los pequeños ojos, aún llenos de miedo, ya suplicantes, de Rudi recién nacido, cuando yo intentaba acercarlo a mis senos para que mamase toda la ternura que me crecía dentro, por las venas, amenazando estallar mi pecho, los ojos de tierra y lluvia de Bay Middleton, que apenas me miraban para no arder en chispas de deseo, los miles de ojos que a lo largo de mi vida me habían vigilado, perseguido y acusado... La vida era un infierno, un infierno de miradas inflamadas, lastimeras, reprobadoras, miles de miradas clavándose en mí, llegando hasta dentro de mi corazón, hurgando en mis tripas, impidiéndome vivir en paz..." (Elizabeth, emperatriz de Austria-Hungría). 

12 diciembre, 2013

A tear

Firstly, I don't know who I am... Or what I am. I'm confused. A few seconds ago, I didn't exist and now, I am here; I am me.

  I have no hands or legs and I am... Wet? Why? My head is quite small and I have a chubby body in comparison. I have no neck, so maybe all I am is just body. I am so vague, so wet... I don't like what I am feeling right now. It's not my body, it's something else, something inside myself. I'm feeling sad... No, more than sad! I'm feeling... blue. Blue is the color that best describes me because my body's color is baby blue and I am in a blue funk.


  I loathe this. I am all pain. Around me, there's nothing, just me with my odd, small and naked body and my desperate feelings.


  A flicker. I stream down a face. I don't know what is happening. I am feeling numb and unsteady and I just have one thought: I need a waterproof because my little body is wringing like a slug.


  I am wearing thin. I just want to finish with this. I whisper a goodbye and a sleeve dries me.

13 noviembre, 2013

La enamorada

-Posiblemente pienses así porque nunca antes nadie te ha dado un beso espontáneo que haya valido la pena -Sonrió.

-Posiblemente -admití.

Inspirada por sus palabras, me adelanté un paso. Sin pensar nada, sin planificar nada. Alcé la cabeza y mi único pensamiento no fue para lo que iba a hacer, sino la ridícula idea de que no pensaba que él fuera tan alto. Pero ni esto me descolocó. Cerré los ojos y posé mis labios sobre su boca burlona y sonriente. Apenas fue una caricia. Apenas fue un roce. Nada que en el futuro pudiera recordar con vigor, excepto esa sensación. La sensación de estar viva. Porque en ese instante estaba viva. Viva y enamorada.

22 octubre, 2013

Odio el amor.

"¿Has estado alguna vez enamorado? ¿Horrible, verdad? Te hace tan vulnerable... Abre tu pecho y abre tu corazón y significa que alguien puede entrar en ti y revolverte por dentro. Tú construyes todas esas defensas, construyes una armadura completa, de forma que nada pueda herirte, entonces una persona estúpida, similar a cualquier otra estúpida persona se aventura en tu vida estúpida... les das una parte de ti. No la pidieron. Solo hicieron alguna tontería un día, como besarte o sonreírte y desde ese momento tu vida ya no es tuya. El amor toma rehenes. Se mete dentro de ti. Te come por completo y te deja llorando en la oscuridad, de forma que una simple frase como 'quizá solo deberíamos ser amigos' se convierte en una astilla de cristal directa hacia tu corazón. Duele. No solo en la imaginación. No solo en la mente. Duele el alma, un verdadero dolor que-se-mete-dentro-de-ti-y-te-descuartiza. Odio el amor."
Rose Walker.



Torbellino de Amantes

28 septiembre, 2013

Que llueva la esperanza

Deja que llueva sobre ti la esperanza. Hoy el cielo está gris y encapotado, ¿lo notas? Las nubes se han quedado ancladas en el cielo, y no corren, y no bailan. Están paradas, pero no silenciosas. Gritan. Gritan sin voz desde el fondo de su vaporosa existencia.

Ya no sirve solo gritar. Ahora es retuercen, porque tienen algo que decir. Sus manos inexistentes se tocan la cabeza con furia reprimida desde tanto tiempo. Se abrazan unas con otras sin saber qué hacer, primero escondiendo la rabia, luego mostrándola poco a poco. El reconfortable abrazo empieza a ser agobiante, se sienten aplastadas, notan el peso de las otras tanto que ya no se distingue donde empieza una y acaba otra. Se empiezan a ahogar. El color gris es sustituido por otro más oscuro, el negro de la noche y el dolor. Sí, ellas sienten dolor y este sentimiento las está destrozando. Cuando ya no pueden más, cuando sienten la tristeza instalada para siempre en ellas, rompen a llorar.

Empieza a llover. Primero fuerte, como si no fuera a haber un nuevo día. Después, tras horas y horas de lamento, lloran de forma más débil, sin fuerza. Pero esas últimas lágrimas esconden otro sentimiento que ni ellas pensaban que iban a volver a sentir. Pronto dejarán de llorar.




Deja que llueva sobre ti la esperanza. Mira al cielo, sal a la calle y no uses paraguas. Si notas que tus manos no son capaces de sostener el agua o que no tienes la boca lo suficiente grande para llenarla con ese sentimiento, lleva cubos y llénalos de la lluvia que está cayendo, pero deja que llueva la esperanza. Y deja que llueva sobre ti.

24 septiembre, 2013

Música con verdadero significado

Simplemente, música con verdadero significado. Que de verdad te inspira y que de verdad te gusta. Solo tengo que decir que adoro a Kacey Musgraves.

23 julio, 2013

Las hadas de Laila Winter

Una par de firïes


¿No es extraño que cada vez que veo estos dibujos, no puedo pensar en otra cosa que en las hadas de Laila Winter? Quizá es que es verano y me pongo nostálgica, o que hace tiempo que no me meto en el El Diario de Laila winter, o que anhelo volver a leer esta maravillosa saga de libros. El caso es que no he podido evitar enseñaros estos dibujos que me he encontrado por ahí...

Es una pena que no haya encontrado ninguna imagen de alguna de las chicas de Airïe o Acuarïe, pero me sorprendió de verdad encontrar una con el pelo verde... En fin, no todo se puede tener todo.




Además, es una pequeña respuesta a la encantadora lunarïe loca MissLu, que hace unas semanas nos mostró en su blog unas pegatinas que también le recordaban a las protagonistas de estos libros.

¡Vaya! ¿Nos os recuerda a las hadas (uy, perdón...),
 a la Bella gente del Reino Blanco?

Laila W.


¡Hay más! ¿Quieres verlas? Dale aquí abajo, a "más información".

08 julio, 2013

Optimismo

  Sólo se muere una vez, ¿no? Tenemos miles de oportunidades de vivir; sólo una para morir. Creo que es una estadística muy afortunada para nosotros. Vamos a cantar, porque después de todo, somos el ombligo del mundo, ¿para qué negarlo? Lo somos, somos lo más importante de la vida y nos corresponde a nosotros elegir si sí o si no. A NOSOTROS. Y por eso no nos preocupa la posibilidad de patinarnos; lo elegimos nosotros, porque queremos. Y si queremos levantarnos, lo hacemos. Y si no queremos, nos quedamos tirados en el camino y miramos las nubes. Nadie puede pintar sobre nuestra cabeza nubarrones porque tenemos el poder de deshacerlos con una sola sonrisa.

  Sabiendo esto, deberíamos arriesgarnos a enamorarnos del vecino de la puerta de al lado. Y montar un desfile con tambores y serpentinas. Y sentarnos en un banco bajo el sol y respirar. Sí, respiramos porque queremos. Porque NOSOTROS queremos. Puede que deseemos cosas; no lo voy a negar, no siempre se van a conseguir, sobretodo si no lo intentamos. No se tiene lo que se quiere, ni siquiera lo que se merece. Pero siempre se tiene lo que se necesita. Siempre vas a conseguir lo que necesitas. Es un pacto que hicimos con la vida al nacer.

  No tenemos nada que perder, pero tenemos todo que ganar. Dando un paso, luego otro. Tendiendo una mano a veces, en otras ocasiones será la persona de al lado quien te la tienda a ti. Sentirás un millón de mariposas dentro de ti. No, no en el estómago. En el corazón. Te las harán sentir y luego tu las harás crecer a otra persona. Sí, la vida puede sabernos a caramelo. Quítate las dudas como si fuera una una chaqueta. ¿Qué quieres ser? ¿Una peca en la frente de la esperanza? ¿La nota Si de tu canción favorita? ¿El último brillo del mar antes de que el sol se oculte? ¿Un extraño bailando bajo la luna? ¿La sombra de un hoyuelo en la barbilla? Sélo, atrévete a serlo. No cuesta. Es más fácil que respirar.

  El sentimiento que te llena el pecho se llama esperanza. Ahora cógela, apriétala contra ti. Porque se quedará. Eres el ombligo de la vida, se quedará contigo.

26 junio, 2013

La princesa está triste...


La princesa está triste... ¿Qué tendrá la princesa? 
Los suspiros se escapan de su boca de fresa,
que ha perdido la risa, que ha perdido el color.
La princesa está pálida en su silla de oro,
está mudo el teclado de su clave sonoro,
y en un vaso, olvidada, se desmaya una flor.

El jardín puebla el triunfo de los pavos reales.
Parlanchina, la dueña dice cosas banales,
y vestido de rojo piruetea el bufón.
La princesa no ríe, la princesa no siente;
la princesa persigue por el cielo de Oriente
la libélula vaga de una vaga ilusión.

¿Piensa, acaso, en el príncipe de Golconda o de China,
o en el que ha detenido su carroza argentina
para ver de sus ojos la dulzura de luz?
¿O en el rey de las islas de las rosas fragantes,
o en el que es soberano de los claros diamantes,
o en el dueño orgulloso de las perlas de Ormuz?

¡Ay!, la pobre princesa de la boca de rosa
quiere ser golondrina, quiere ser mariposa,
tener alas ligeras, bajo el cielo volar;
ir al sol por la escala luminosa de un rayo,
saludar a los lirios con los versos de mayo
o perderse en el viento sobre el trueno del mar.

Ya no quiere el palacio, ni la rueca de plata,
ni el halcón encantado, ni el bufón escarlata,
ni los cisnes unánimes en el lago de azur.
Y están tristes las flores por la flor de la corte,
los jazmines de Oriente, los nelumbos del Norte,
de Occidente las dalias y las rosas del Sur.

¡Pobrecita princesa  de los ojos azules!
Está presa en sus oros, está presa en sus tules,
en la jaula de mármol del palacio real;
el palacio soberbio que vigilan los guardas,
que custodian cien negros con sus cien alabardas,
un lebrel que no duerme y un dragón colosal.

¡Oh, quién fuera hipsipila que dejó la crisálida!
(La princesa está triste, la princesa está pálida)
¡Oh visión adorada de oro, rosa y marfil!
¡Quién volara a la tierra donde un príncipe existe,
—la princesa está pálida, la princesa está triste—,
más brillante que el alba, más hermoso que abril!

—«Calla, calla, princesa —dice el hada madrina—;
en caballo, con alas, hacia acá se encamina,
en el cinto la espada y en la mano el azor,
el feliz caballero que te adora sin verte,
y que llega de lejos, vencedor de la Muerte,
a encenderte los labios con un beso de amor».


--Rubén Dario.

23 junio, 2013

MI LISTA DE ODIOS

Lo que odio

-Los peces, los odio con toda mi alma
-Las batas verdes
-Las personas enclenques
-El sentimiento de alegría fingida
-Las personas que cantan bajo
-Las mandarinas:  su olor, su sabor… Buff, todo.
-Los ladridos de perro
-Las pelusas
-Los gimoteos
-Los dibujos de cerdos
-Las gallinas
-Los secretos, a no ser que yo los sepa, claro.
-Que me interroguen
-Que me interrumpan
-Las fiestas de cumpleaños y todas esas ocasiones en las que “tu deber es estar feliz”. Y si no quiero, ¿qué?
-Los años
-Los recuerdos, todo tipo de recuerdos
-El café sin azúcar
-La hora de cierre de las bibliotecas
-Las personas demasiado dulces
-Las personas que se comportan como niños enfermos
-La esperanza vana y patética
-El sentimiento de culpa
-Que pregunte “que?” Y me respondan “mec!”
-Que me excluyan
-Los finales en los libros
-Escuchar una canción y saber que no te la están cantando a ti
-Sentimiento Querer y no Poder
-Que piensen que eres débil por llorar
-El miedo
-Las personas que no pueden matar un bicho
-El olor a moho
-Las frases románticas reutilizables y horteras
-El jarabe de las lombrices, las chuches de plátano
-Los pies sudados
-El picor
-Los que hablan mucho de cosas sin ningún interés
-Las paredes
-Las faldas sobre los pantalones
-Las cosas perdidas
-El olor del tabaco
-Comer un chicle en el coche
-Las bolsas vacías
-Que las personas me miren fijamente
-Los que cuando están nerviosos empiezan a andar cada vez más deprisa
-Andar despacio
-Ese momento inconcreto entre la tarde y la noche
-Los sueños imposibles y a los que los creen
-Los villancicos de “arre, burro, arre”, “campana sobre campana”…
-Estar muchas personas haciendo muchas cosas distintas en una misma sala
-Las personas de poco talento y  enorme ego
-Las algas, el verde alga
-Que farden
-Los pueblos llenos de polvo
-Todo lo relacionado con lo “cani-choni”
-Las situaciones que requieren que sonrías por obligación
-Reunirte con personas con las que no tienes nada en común
-Las campanas que no suenan
-La barba descuidada
-Las flores con sonrisa de los dibujos animados
-Que me toque la espalda o por atrás
-Los días nublados
-Las cajas de música rotas
-Estar resfriada
-Tener las manos frías
-Las sudaderas sin capucha
-Los pañuelos usados tirados por ahí… No seáis cerdos
-Lavarme los dientes y seguir teniendo regusto a café
-La palabra “harmonía” con “h”
-Las personas que odian a Gollumn
-Que me llamen “Tere”
-El olor a canas
-Que alguien le dé a la pierna
-Los soles dibujados en la esquina
-Que me den hojas cuadriculadas
-Las uñas rotas
-Las manos manchadas de tinta
-Los tapices
-Que mis hermanas lloren por la noche
-Los que dicen “droga-adicto”.  Es drogadicto, todo junto
-Que no usen las sangrías
-Las cejas despeinadas
-Las listas de música que repiten las mismas canciones una y otra vez.
-Que digan “sí, lo entiendo” sin entender

21 junio, 2013

Nueva portada de The Host.


  En mi entrada anterior (la reseña de la Princesa Mecánica), hablé un poco de The Host, de Stephenie Meyer, que se distancia un poco de su tema de vampiros para hablar del futuro. También comenté ligeramente mi opinión de este libro:

 "No es como el final de The Host, que te llena de esperanza, alegría y amor por el mundo (ah, te recomiendo leerte The Host. Es muy bueno, tú... lo vivirías. Te aviso que las primeras 50 páginas son de tiro y escopeta, estuve a punto de dejar la lectura, YO. Pero si aguantas un poco, es un libro que no te para de sorprender y del que te acabas enamorando y, como he dicho, es un final excepcional)."

  He de admitir que todavía no lo tenía en mi biblioteca, así que hace un par de semanas, fui a comprármelo, un especie de "auto-regalo de cumpleaños". Pero la portada que tenía el libro no me acababa de convencer. Estaban los personajes de la película, y aunque ésta no me disgustó... Ellos no son "ellos". Así que decidí hacer yo misma una portada y forrar el libro. El resultado no es cómo lo había imaginado en un principio, pero no estoy decepcionada, en absoluto.

 Ahora tengo un libro buenísimo y excepcional en mi estantería y, de alguna manera, también es un poco único.

18 junio, 2013

Reseña de "Princesa Mecánica" de Cassandra Clare.

Hay spoiler y esto, antes de convertirse en una reseña, era una carta a mi amiga Mo, sobre mi opinión sobre el libro.

¡Horrible...! ¡Horrible...! Ay, mi corazón sigue parpadeando y agitándose como un pajarillo. ¿Cómo puede ser así Cassandra Clare? ¿Cómo se puede crear algo tan hermoso, hacer que te enamores de ello, destruirlo frente a tus ojos y en el último instante reconstruirlo? Mientras estaba leyendo el libro, lo confieso, contaba con terror las páginas para llegar al final. ¿Cómo? ¿Sólo 170 páginas? ¡Cómo va a arreglar todo este pandemonium en sólo 170 páginas! ¿Qué, sólo 100? ¡Oh, Dios, no le va a dar tiempo! ¿Qué, 50... 40...30 páginas? A medida que iba leyendo, me sentía flotar como en una nube gris, como si caminara entre las tinieblas. 


10 junio, 2013

Y por qué se da un abrazo.

"Necesito presión. Para inhibir mi sistema nervioso, presión constante, profunda. Presión fuerte a lo largo de todo mi cuerpo... ¡Tiene que abrazarme, necesito...! Fuerte. Fuerte, fuerte. Más fuerte."

A las vacas les aplican presión antes de matarlas. Les aplican una fuerte presión para que disminuyan las pulsaciones, el ritmo metabólico y el tono muscular. Y eso las calma. Les relaja el sistema nervioso simpático. Disminuye el pulso, en esos momentos de histeria.

 Aplica presión. Primero sentirás pánico, luego intentarás resistirte, pero ya verás como el pulso se calma. Verás como disminuye. La respiración se hará más lenta.

06 junio, 2013

9 consejos para superar el temido BLOQUEO del escritor

9 Consejos para superar el bloqueo del escritor:


1)    Haz ejercicio.

2)    Lee y trata de descubrir cómo lo han hecho los demás.

     3) Escribe algo realmente malo

A veces nos ponemos el listón demasiado alto y queremos escribir el nuevo ‘Quijote’ cuando ya es un reto suficientemente grande el contar una historia interesante y bien trabada. Para derribar ese listón imaginario y volver a apoyar nuestros pies en el suelo, no hay nada mejor que escribir un texto esforzándonos por hacer que sea lo peor posible.

     4) Oblígate a formar sólo una frase más

A veces el bloqueo es el resultado de tratar de abarcar algo demasiado grande. Tal vez estemos preocupados por el desarrollo de una secuencia compuesta por varias escenas, o incluso por el de toda nuestra novela. Y esas son unas preocupaciones que exceden en mucho lo que se puede esperar de una sesión de trabajo al uso. Así que, ¿por qué no te olvidas de todos esos problemas de alto nivel y te esfuerzas sólo en escribir una frase más de esa escena que te tiene tal bloqueado? Si tienes éxito en ese empeño, podrías intentar escribir otra más. Y luego otra. ¿Ves el final del túnel?

     5) Trabaja en algo que puedas resolver ahora mismo

El planteamiento es el mismo que en el punto anterior: a veces el bloqueo es el resultado de tratar de abarcar algo demasiado grande. Pero lo que te voy a pedir en esta ocasión es que abandones el texto de tu novela y te dediques a solucionar otro de sus aspectos.
Puedes arreglar su portada, pulir su resumen en dos frases, trabajar la biografía de uno de los personajes para mejorar su arco… La única condición es que sea una labor sencilla que puedas terminar en esa sesión de trabajo, y que obviamente esté relacionada con tu novela.
El objetivo de este ejercicio es que dejes de ver tu novela como un trabajo hercúleo y lo empieces a ver como una sucesión (eso sí: muy larga) de asequibles pequeñas tareas

     6) Intenta escribir en otro sitio

Coge tu ordenador portátil o tu bloc de notas y sal a la calle. Entra en una cafetería, siéntate en un parque o en una plaza de tu ciudad… En definitiva: cambia de escenario para que se renueven tus ideas y  trata de escribir desde ese nuevo lugar.

     7) Escribe siguiendo una regla estúpida

Prueba a terminar todas las palabras en una vocal. O a escribir sólo frases con un número dado de sílabas. Cuanto más estúpida sea la regla que te impongas a la hora de seguir escribiendo, mejor que mejor. El fijarte en ella te impedirá preocuparte por lo que hay más adelante y te ayudará a recuperar ese espíritu lúdico de la escritura que tanto se echan en falta en esos momentos de bloqueo.

     8) Date una ducha y cámbiate de ropa para empezar de nuevo

     9) Cuéntale a algún ser inanimado qué es lo que estás tratando de escribir

¿Cuántas veces no hemos encontrado la solución a un problema al verbalizar ese problema para contárselo a alguien? Coge algún muñeco que tengas por casa y cuéntale todos tus problemas. ¿No tienes ninguno a mano? Cuéntaselo a un cucharón de madera. Pero asegúrate de estar bien solo si no quieres que algún familiar o alguna pareja bienintencionada empiece a preocuparse aún más por tu salud mental.

Habla sobre todo eso que te preocupa y verbaliza todas las facetas del problema hasta dar con la solución.


Espero que os haya servido tanto como a mí. Infinitas gracias a mi fuente,
http://www.comoescribirunlibro.com/91-formas-de-superar-el-bloqueo-del-escritor/

24 mayo, 2013

Quiero, quiero, quiero.

 Quiero un castillo en el cielo, forrado de tapices que se ondeen al viento.
 Quiero mil luces azules y moradas.
 Quiero la sonrisa más ancha del mundo, quiero las lágrimas más secas de la historia.
 Quiero esos ojos azules.
 Quiero un anillo gris.
 Quiero el viento, y quiero el agua.
 Quiero un beso.
 Quiero la estrella más fría y la más ardiente.
 Quiero versos pintados de oro.
 Quiero amor congelado en una copa de cristal.
 Quiero lluvia, y quiero gritar.
 Quiero tres deseos. 
 Quiero tener una cuerda infinita.
 Quiero el huracán, el tornado y el maremoto.
 Quiero permitirme temblar. Quiero que me tiemble el corazón una y dos veces más.
 Quiero sentirme asustada.
 Quiero dragones.
 Quiero un vestido blanco y bailar con él hasta que se haga la noche.
 Quiero un mar lleno de espejos.
 Quiero mirar el fondo de mi corazón.
 Quiero una torre cubierta de rosas secas.
 Quiero puentes colgantes hasta un destino incierto.
 Quiero que el color dorado se cuele por mis ojos cerrados.
 Quiero unos brazos abiertos solo para mí.
 Quiero que las sombras se cuelen por las grietas del muro.
 Quiero sentir que la tormenta no me daña nunca más.
 Quiero un guerrero.
 Quiero sentir el fósforo en mis venas.
 Quiero palabras golpeándome sin parar.
 Quiero mi voz.
 Quiero sentirme en el centro del punto cardinal.
 Quiero que venga el sol y me bese la nariz.
 Quiero tumbarme, sonreír y morir.

23 mayo, 2013

Otro escrito tétrico (2)



Mi querido Diario:

 Me desperté por la noche por los gritos. Al parecer, eran míos. Mamá y varias criadas llegaron a mi habitación enseguida. No podía dejar de llorar. El médico me ha cambiado las pastillas. Me ha puesto más anti-depresivos y me ha recetado un sedante más potente para dormir. Sigo sin salir de casa.
 No sé que hacer. Estoy perdida. Quiero morirme.
--

  Mi querido diario:

 Hoy hace sol. No veo el sol. Mi madre está asustada.
 No sé que hacer. Estoy perdida. Quiero morirme. 
--

  Mi querido diario: 

 Esta madrugada me han ingresado en la clínica. Me han estado haciendo pruebas. No me he enterado, he estado todo el día drogada. Mi padre dejó la búsqueda para verme. Aun sigue junto a mi cama. Han venido a verme muchas personas: amigas de mi madre, compañeros de la universidad... Ingrid no ha podido. La habitación está llena de flores. Parece un funeral. 
 No sé que hacer. Estoy perdida. Quiero morirme.
--

  Mi querido diario:

 Hoy me han conectado unos tubos. Dicen que estoy deshidratada. Me alimentan también por allí porque vomito todo lo que me dan. Hay periodistas en la puerta del hospital. Mi padre salió para echarles, pero han vuelto.
 No sé que hacer. Estoy perdida. Quiero morirme.
--

  Mi querido diario: 

 Siento no haber escrito ayer. Es que me dieron el alta. He vuelto a casa, con más medicamentos. Mi madre se asegura de que me los tome. Mi padre ha vuelto al bosque. Dicen que no la encuentran. Rastrearan una vez más el bosque y si no está, irán a buscarla a otros. Yo no quiero. Eso significa que papá se irá durante un tiempo. Mis padres han reñido por eso hoy. Él se quiere ir a buscar, pero mi madre no quiere que se vaya tanto tiempo.
 No sé que hacer. Estoy perdida. Quiero morirme.
--

   Mi querido diario: 

Hoy he salido de la cama. Mi madre dice que los anti-depresivos empizan a funcionar y me da más. He paseado por el jardín con un par de criadas. Mi madre no quiere que me pase nada... ¿Pero qué me va a pasar en el jardín? Hoy no me siento tan perdida. Me pregunto donde estará. El médico dice que esos pensamientos no son sanos y que cuando los tenga, me tome las pastillas. Viene cada día para asegurarse de que estoy mejor. Pero no ha cambiado nada.
 No sé que hacer. Estoy perdida. Quiero morirme.
--

 Mi querido diario:

 El médico dice que estoy mejor. Ya no viene tanto. Papá se fue a Washington esta mañana. Dice que desde allí manejará todo mejor. Mamá está planeando un viaje para las dos a Nueva York. Dice que tenemos que despejarnos. Pero el doctor ha dicho que no. Me tengo que recuperar, o algo así.
 No sé que hacer. Estoy perdida. Quiero morirme.
--

   Mi querido Diario:

 Hoy he salido por primera vez con dos amigas de la universidad. Todavía no voy, pero ha sido genial verlas. Me han contado los últimos cotilleos e incluso me han hecho reir. Casi no recordaba como era. Pero no soy la misma. Me hicieron mi primera foto desde que se fue. No me reconozco. Me la he pegado en el espejo del tocador y no paro de mirarla. La chica está delgada y triste. No tiene vida en sus ojos. No sonríe. Está rara. Además, se viste de negro desde que su hermana desapareció. Es triste...
 No sé que hacer. Estoy perdida. Quiero morirme.
--

 Mi Querido diario:

 Ya no soporto la foto. No soy yo. No puedo estar así. No estoy fea. El negro me sienta bien. Estoy guapa... pero demasiado fria. La voy a pegar aquí. No soporto verla cada vez que me miro al espejo. Ya no estoy tan deprimida. Al revés. No quiero ver a nadie. Es como si hubiera vuelto a mi adolescencia. No sé que pasa. Es una mezcla de melancolía y mala leche, metido todo en le mismo bol y mezclado con el color negro.

 No sé que hacer. Estoy perdida. Quiero morirme.


¿Tenéis curiosidad de saber quién era Zaira Kay? ¡Foto!

Otro escrito tétrico


 En mi época de forera de rol, mi personaje, Zaira Kay, tuvo un momento bastante tétrico. Su hermana pequeña, Colette, había desaparecido. Esto hizo que ella y toda su familia pasara por una época bastante inestable, que Zaira recogió en un diario. El foro "Humbel" estaba ambientado en un estilo futurista, con una nueva raza de humanos bellos, mutantes, robots y los antiguos imperfectos humanos, los "proscritos". La familia de Zaira era una rica y conocida familia de la ciudad más poderosa del mundo.



Mi querido diario:

 Han pasado doce días, trece horas y cuarenta y dos segundos desde que Colín desapareció. Lo más extraño es que no siento nada. No hay odio hacia los humanos. Nada. He conocido a varios en mi vida..., y no me ha parecido que fueran tan malvados. Por supuesto, mis padres no piensan igual.
No sé que hacer. Estoy perdida. Quiero morirme.
--

 Mi querido Diario:

 Papá sale con soldados especializados en búsqueda y rescate cada día, vuelve a la madrugada para echarse un siesta de dos horas en su despacho y se vuelve a ir. Si lo viese Colín no lo reconocería. Parece más irascible y cansado. Casi no se pude hablar con él. Coge toda su pena y la convierte en ira. La ira que le da fuerzas para levantarse cada día, ir al bosque y ver si mata a algún humano. Tendrán que tener cuidado. 
 No sé que hacer. Estoy perdida. Quiero morirme.
--

 Mi querido Diario.

 Creo que mamá está mejor. No, es mentira. Me pide que salga de casa, que haga algo. Después de los primeros días de vomitos y lloreras descontroladas, de no ver a nadie ni estar presentable, de estar todo el rato en la cama y de ni siquiera peinarse, parece que ha cambiado su forma de ver la vida. Se peina, se arregla y no para de hacer cosas. Al final, los anti-depresivos sí sirvieron para algo. No para de hacer cosas dentro de casa, limpiar y cocinar, algo que detestaba hacer. Es su método para tener la mente ocupada y que no le de un bajón. En los últimos días, ha salido de casa. Queda con sus amigas y sale para comprar cosas inútiles que le hagan sentir bien. Se ha propuesto cambia de arriba a abajo la casa. Lo noto. Aun así, por las noches la oigo llorar. 
 No sé que hacer. Estoy perdida. Quiero morirme..
--

 Mi Querido Diario:

 Nadie ha vuelto a entrar en la habitación de Colín. Es una puerta maldita al final del pasillo. Yo no pienso romper esa tradición. No quiero tocar sus cosas, oler su aroma y verla sentada en la silla poniedose unos calcetines. Toda su habitación es infantil y femenina, de colores inspirados en blanco y rosa. No voy a poder entrar. Es imposible. No puedo. La echo de menos.
  No sé que hacer. Estoy perdida. Quiero morirme.
--

  Mi querido diario:

 Ya ha pasado otra semana. No quiero salir de casa. Todavía no he ido a la universidad desde que la raptaron. Algunos compañeros han venido a verme. Solo los he visto por educación. Ni siquiera tengo fuerzas para salir de la cama. Menos mal que tengo a Ingrid. Viene siempre que puede. Nos tumbamos con una manta en el sofá y vemos una peli. El médico me ha recetado los anti-depresivos de mi madre. Dice que en unos días estaré mejor. También unas pastillas para dormir y unas ampollas para que me habrán el apetito. Al parecer, he adelgazado.
 No sé que hacer. Estoy perdida. Quiero morirme.
--

 Mi querido Diario:

 Hoy no tengo fuerzas para escribir. Así que acabaré con la pequeña frase que he repetido estos dias al final de cada página:
 No sé que hacer. Estoy perdida. Quiero morirme.
--

07 mayo, 2013

Avisos para personas despistadas (¡Sí, tú!)

1. ¿Os gusta la nueva apariencia? Sí, sigo moviéndome por los mismos colores, pero si os fijáis bien, podréis apreciar varias diferencias, entre ellas los nuevos adornitos... Después de ver otros blogs con miles de imágenes, me di cuenta de que había llegado el momento de decorar el mío.

2. Dentro de 4 días es mi cumpleaños. Lo dejo caer.

3. Estoy muy viciada a Twitter, así que si alguien tiene Twitter y no me lo dice... La encontraré.

4. En la primera imagen de la columna sale mi nombre completo, por si alguien le pica la curiosidad. ¿Un apellido un poco raro? Sí, nadie sabe pronunciarlo.

5. Me gusta mucho mucho la poesía. Y sigo con el dibujo, así que ahora lo que hago es dibujar los poemas que leo. Si los queréis ver..., la respuesta es no.

6. Estoy haciendo una lista de odios. Puede que algún día la leáis.

7. Estoy haciendo una lista de cosas que hacer antes de morir. Puede que algún día la leáis.

8. He hecho esto con photoshop, y me alegra saber que voy mejorando. Poco a poco.


29 abril, 2013

Mi tercer día "aprendiendo" a dibujar.

 Sí, ya habéis oído, aprendiendo a dibujar. Lo sé, en donde me meto... Y sí, mi tercer día, sin clases ni nada, haciendo cositas por mi cuenta. Voy a seguir el consejo de pintar todos lo días, y si alguien se encuentra en mi dilema, le recomiendo hacerlo también. Otro consejo que he oído es que antes de empezar a pintar cosas que salen de nuestra imaginación (lo que queremos hacer todos), es muy importante empezar dibujando lo que VEMOS. Así que mi primer dibujo fue el boceto de una lámpara. Ajá, y no, no lo voy a poner.

 Ahora me estoy dando cuenta (y eso que llevo sólo un par de días) de que la persona que pinta tiene una sensibilidad muy especial, muy superior que la de una persona normal y muy parecida a la de una que escribe.

 Ah, cuando digo "aprender a dibujar" me refiero a dibujar de una manera un poco decente... (Sí, yo también aprendí a dibujar con dos años en la guardería. El concepto que tenía de persona era de una cara del tamaño de un tomate, cuatro pelos, brazos, manos con tres dedos en cada una, pies pequeños en zapatos grandes y, eso sí, las chicas tenían pendientes. Lo normal, vamos, que si sois normales deberíais sentiros identificados conmigo).

Y, personas crueles, no valen risas, recordad que es mi TERCER DÍA.

 Y aquí está el resultado (no el único, pero sí el más decente) del segundo día:

22 abril, 2013

En busca de la voz de Tirie


    Las sirenas nacen mudas.
   Son seres que roban las voces más bonitas, las guardan en colgantes de cristal y regresan al mar. Todo humano que se quede mudo es porque en su día se cruzó con una sirena. Eso fue lo que le pasó a Lola Angeline Narker, se encontró conmigo.

    Su voz era suave y extremadamente dulce. No sabía grandes cosas de ella. Estudiaba en el Lumbert College, tocaba el violín y le encantaban las fresas con azúcar. Su color favorito era el rojo, seguramente por los espesos rizos de ese color que le colgaban por la espalda. No tenía madre.

    -¡Clod! –llamé en un susurro a mi mejor amiga, una sirena de pelo rubio recogido en una coleta.
    Ella levantó la cabeza y desvió la mirada hacia donde yo le señalaba, la puerta de atrás de lo que al parecer era un club de lectura.

    -¿Esa es la humana de la voz bonita? –preguntó con ojo crítico, haciendo un gesto con la cabeza a la figura pelirroja que se había detenido en la puerta.

    -Sí –respondí-. Lola.

    Clod hizo una mueca.
    -¿Para qué quieres su voz? –volvió a intentar detenerme-. Sabes que te seguiría al fin del mundo, pero cometer un crimen así…

    Porque Lola no lo sabía ni nunca lo haría, pero lo que íbamos hacer era un crimen. Un horrible sacrilegio contra un código secreto entre sirenas. “No robes, no llores, pero sobretodo, no llores mientras robas tu primera voz. Los humanos no la necesitan y no les importa, porque nunca la valorarán y ese llanto tuyo será malgastado. Pero derrama lágrimas si vuelves a apropiarte de otra voz humana, porque ni el cielo ni la tierra ni nuestros queridos océanos te salvarán del castigo y tu castigo, la ambición, te perseguirá eternamente. Y eternamente llorarás”.

    Yo iba a robar mi segunda voz. No me importaba el castigo que vaticinaba ni el lamento eterno. Me lo había repetido mil veces, lo mío no era ambición.

    -Se la tenemos que llevar a Tirie.

    Mi amiga se encogió de hombros.
    -No me parece bien que tengamos que romper las reglas por una niña malcriada que no le apetece salir del mar… -murmuró antes de encontrarse con mi miraba furibunda.

    -Sabes porqué Tirie no va a salir del fondo del océano. No puede salir, y nunca podrá.

    Clod tragó saliva a recordarlo y miró a la humana con cierta pena.
    -Vamos a hacerle una faena. ¿No me dijiste que le gustaba recitar poesía?

    Volví a mirar hacia el club de lectura, escondido en aquel oscuro callejón.
    -Pero esto es muy importante –susurré con voz convencida de tantas veces que me lo había repetido en mi cabeza-. Tirie la necesita.

    Me levanté de entre las cajas y avancé hacia Lola con las manos en alto. No quería asustarla. Al oír a alguien tras ella, se giró hacia mí con los ojos llenos de curiosidad, pero al verme, dio un salto hacia atrás.

    -Lola, no te asustes –le pedí con una sonrisa.

    Pero, sin duda, tenía motivos para asustarse. La imagen de dos bellas jóvenes que sabían su nombre y pedían con sus voces suaves que no tuviera miedo no era algo que le pasara todos los días. O, por le menos, no cuando esas bellas jóvenes tenían una apariencia tan peculiar. Clod y yo éramos dos chicas altas, delgadas y tan pálidas como sábanas. Con largas piernas marfileñas, hipnóticos ojos color mar en tormenta y uñas plateadas que recordaban a los reflejos del océano. Ambas con una belleza turbadora y mística, perfecta y letal al mismo tiempo. La bella rubia, con el pelo recogido en una coleta perfecta y una sonrisa impecable y su misteriosa amiga, con una melena demasiado larga para ser humana y, lo más impactante, del azul cielo despejado.

    Sentir a Clod junto a mí era una sensación reconfortable y familiar que me ayudó a ensanchar mi sonrisa y adelantar un paso hacia la asustada Lola. Ella se alejó de un saltó, tocando ligeramente la pared del callejón con la espalda.

    -Me llamo Dana y esta es mi amiga Clod.

    -Buenas noches, Lola –oí como la saludaba, adoptando una postura serena y desenfadada.

    Lola dio un respingón al oírla hablar y Clod dejó escapar una suave y encantadora carcajada.

    -Lola, no queremos hacerte daño –mintió, suavizando el rostro-. Sólo queremos que hagas una cosa por nosotras. Un pequeño favor.

    Ella lanzó un débil gemido y nos lanzó una mirada temerosa.
    -¿Qué queréis de mí? –logró decir, con aquella hermosa voz cargada de desesperación.

    Los ojos azules de Clod, terribles y calculadores, se volvieron hacia mí.
    -No está mal –admitió-. Tiene un buen timbre. Una dulzura casi palpable. -Miró de nuevo a Lola-. Completamente encantadora.

    Avanzó con rapidez hacia ella, hasta tener su cara de porcelana, sus ojos negros y sus tirabuzones rojizos al alcance de su mano. Lola lanzó un chillido, y se estrujó contra la pared. El libro de poesía que sujetaba en la mano cayó al sucio pavimento. La Clod dulce y comprensiva volvió a salir a la luz y con su mano rápida, acarició la mejilla de Lola con delicadeza, apenas rozándola.

    -No, Lola. No –canturreó como si intentará dormirla con una nana-. No te va a pasar nada. No queremos hacerte daño.

    Le dirigió una radiante sonrisa, pero a lo mejor la deslumbrante blancura de sus dientes asustara más a Lola. Suspiré. Clod mentía. Sí le iba a pasar algo. Sí le íbamos a hacer daño. Me situé junto a ellas en un pestañeo. Lola me miró a mí y luego a mi amiga y ésta dejó caer la mano. Y luego…, nada.

    Cuando Lola se despertara poco después tirada en el callejón, no se acordaría de la visita de las dos doncellas de blanco, simplemente el recuerdo borroso de una tarde que iba a ir al club de lectura y perdió la voz tras un golpe en la cabeza. Lola Angeline Narker no volvería a recitar nunca más.

    Las damas de agua, Clod y yo, sabemos el resto de la historia, un recuerdo que durante el resto de su corta vida, la humana de tirabuzones rojos intentaría recordar pero se escaparía de sus largos dedos, porque no se puede atrapar a un sueño. Aquella historia, pequeña, oscura y preciada, fue escondida en el interior de un colgante de plata que una de las dos llevaba al cuello. Y en mi cuello, la voz de Lola, atrapada en ese trozo de cristal, hablaba y reía en silencio. De vez en cuando, la oía recitar poesía, pero nunca escuché con atención.

    Cada voz, igual que tiene sonido, tiene color. La dulce voz de Lola era del color de una aguamarina. Me hizo gracia ese insignificante detalle, quizá porque me recordaba a mis propios cabellos. Quizá porque era del color exacto a los que un día había pertenecido a mi hermana Tirie. Pero ahora, sus cabellos habían palidecido, convirtiéndose en el blanco más puro. Para los humanos, era el color de la nieve, algo que nosotras nunca seríamos capaces de contemplar. Para las sirenas, aquel blanco benigno era muerte y enfermedad. Y por esa enfermedad, Tirie se moría.

    La historia de la humana de tirabuzones rojos, la voz de Lola, se quedó atrapada en mi medallón de plata. No salió de ahí y nunca llegó a mi hermana. Cuando llegamos a la playa, cuando nos zambullimos en las aguas saladas y nuestras piernas se transformaron en largas colas de pez, cuando nadamos casi con desesperación para alcanzar el refugio de Tirie, ella ya no estaba.

20 abril, 2013

The Burning House

"If your house was burning, what would you take with you? It's a conflict between what's practical, valuable and sentimental. What you would take reflects your interests, background and priorities. Think of it as an interview condensed into one question."


 Es una página web que se ha puesto muy de moda. Cada persona envía una fotografía de las cosas que se llevaría si su casa se quemara. Lo cierto es que me ha parecido una idea muy buena y original, hasta el punto que yo también lo he hecho, y recomiendo a todas las personas que lo hagan porque organiza mucho la cabeza. Ahí lo dejo, lo que yo salvaría.


Creo que podéis llegar a conocerme con esta simple imagen.


Name: Teresa
Age: 16 (nearly...)
Location: Spain
Occupation: Student
List:

-Mis botines lunarïes
-Mis archivadores
-Cus cus (el conejito)
-Ordenador/ I-Pad
-El collar del colgante del corazón azul
-La libreta de ideas
-La falda-pantalón negra de flores
-Algún pañuelo
-Mis gafas de sol
-Mi caja de música
-Una foto con mi padre
-Mis cintas de india-hippie
-La plancha de pelo (en realidad para hacerme ondulaciones, porque ya lo tengo bastante liso...)
-Mi collar de la flor dorada
-El móvil
-La pulsera de ámbar azul (de piedras de Atlántida)
-Mi top de encaje que me hizo mi abuela (mi favorito)
-La caja de zafiros
-El colgante guardapelo
-Libros (he puesto sólo dos, pero me llevaría toda mi librería)
-La pulsera de la "T"
-La pulsera de leopardos de aguamarina
-La pulsera de perlas de plata
-Los anillos